(Reproducción del libro de Cruz Mendiola Cabrera, Comandante de la Guardia Municipal, sobre la Epidemia de la “Fiebre Amarilla del año 1.870.

La epidemia de la fiebre amarilla del año 1.870

(Libro editado el año 1.907)
(data de finalización de la epidemia 26 de noviembre de 1.870)

 

 -La fiebre amarilla. Capítulo III del Libro de C.M. (Reproducción literal).

No se borrará nunca de la memoria de los barceloneses supervivientes de la fiebre amarilla, que invadió á la ciudad condal el año 1.870, el heroico comportamiento de la Guardia Municipal.

Ante la tremenda plaga, que amenazaba destruir la población, las familias pudientes pensaron en la huida, antes que la terrible epidemia se enseñorease en sus domicilios.

Poco les importaba huir y dejar sus casas á merced de los acontecimientos, si sus intereses quedaban á la custodia de la Guardia Municipal.

Este Cuerpo, durante los años que llevaba en funciones, se habia conquistado la confianza de los barceloneses y estos ante la honradez de aquellos guardias, ponian á su cuidado su fortuna en alhajas, dinero y mobiliario.

Las familias huían, pero sin temor á arruinarse. La Guardia Municipal era la depositaria de sus bienes. Podían contarse éstos por bien asegurados, estando bajo la tutela de tan digno cuerpo.

La ciudad decreció notablemente. A diario se alejaban centenares de familias. La fiebre amarilla hacia sus estragos. Todos los recursos y todos los servicios eran pocos para prestar auxilio á tantos atacados.

La Guardia Municipal, no había de ser la menos dispuesta á dar pruebas de humanitarismo.

Sus individuos subían y bajaban de casa en casa, llevando á los enfermos el consuelo de la asistencia.

Aquellos heroicos municipales, sin temor al peligro, visitaban á los contagiados prodigándoles toda clase de atenciones.

La Sección de Municipales de Caballería iba y venía á diario á llevar víveres y recursos á algunas familias que habían establecido una especie de campamento en las inmediaciones del rio Besós creyendo que por este medio no les alcanzarían los efectos de la terrible enfermedad.

¡Cuantos guardias sucumbieron víctimas de la fiebre amarilla!

Aquellos valientes, á cambio de su altruista comportamiento, caían bajo el peso del contagio.

A pesar de que bastantes Guardias Municipales desaparecían del libro de los vivos víctimas de la terrible plaga, los compañeros que sobrevivían, no decaían en su animoso propósito de ayudar á los desgraciados enfermos.

La muerte no les desalentaba. Con su abnegación querían corresponder los municipales el cariño que por ellos sentía Barcelona.

Cuando la fiebre amarilla desapareció de esta Ciudad, regresaron á sus hogares las familias que habían huido durante la epidemia.

¡Que satisfacción más grande para aquellos ciudadanos, que habían dejado sus intereses al cuidado de la Guardia Municipal!

Ni el más leve indicio de que los cacos se hubieran apoderado de cosa alguna.

La vigilancia de la Guardia Municipal, había obtenido favorables resultados.

Aquel comportamiento, aquella disciplina, aquella organización, fueron objeto de las mayores alabanzas de toda la ciudad.

El Ayuntamiento no podía ser ingrato con la Guardia Municipal.

En el Cementerio, se construyó un Panteón donde dar santa sepultura á aquellos mártires sacrificados por la fiebre amarilla en cumplimiento de su deber.

Las damas de la aristocracia regalaron una corona á la memoria de aquellos héroes.

¡Andad el día de los difuntos al Campo Santo!   ¡Visitad el Panteón donde descansan los restos de tan inolvidables guardias y rezad una oración por aquellos que dieron su vida prestando un gran servicio á la humanidad!

 

-En Barcelona, desde el dia 3 de septiembre y hasta el 26 de noviembre, la fiebre amarilla, se cobró la vida de 2.967 personas.

(Del libro de Cruz Mendiola Cabrera, Comandante de la Guardia Municipal).

Observacions.-Els difunts foren: Delgado (veure Galeria 0291), Fransech (0189), Baynach (1086), Taboada (0193), Piera (0034), Escudé (0196), Baldrich (0163), Vázquez (0116), Alfaro (0026), Artiola (0039), Barbés 0186), Rius (0092), Bellaparch (0255), Corao (0165), Tafanell (0167), Oriols (0013), Palazón (0298), i Guasch (0068). Hi ha Guàrdies Municipals, Rondins, Serenos, Suplents Serenos, Porters de Vara i Porters de Maça; alguns dels quals encara no han estat posats en la Galeria.